Pequeña localidad que conserva una bonita fuente de piedra.

El templo, dedicado a María Magdalena es uno de los tres que hay en Álava con esa advocación.

Su retablo, del siglo XVII, aparece sin pintar ni dorar y muestra a los cuatro evangelistas sobre el bancal y en el nicho central una imagen de la titular, que sigue la línea de la del gran escultor Pedro de Mena.

También se conserva una buena talla medieval de la Virgen, a la que le falta el Niño, pero que mantiene su policromía y su manto. En una reparación que se hizo en 1980, aparecieron, tras el retablo, un Calvario del siglo XV, una talla de la Magdalena y una tabla de la Resurrección, de principios del siglo XVI.