Localidad

Atiega

En el año 1194, esta localidad fue cedida por el rey Alfonso VIII a la Villa de Salinas de Añana. Esta cesión fue confirmada posteriormente por los reyes Alfonso X y su hijo Sancho IV, obligando a sus habitantes al pago a Salinas de un panecillo y un par de huevos, tributo conocido con el nombre de Rosco, al margen del dinero que también tenía que aportar el pueblo.

La iglesia de Santa Eulalia es un templo medieval, sustituido por una nueva en el siglo XVI. Tiene un pórtico con dos arcos que dan acceso al recinto donde está la portada renacentista y un arco románico cegado. El retablo mayor es barroco.

Rutas por Atiega