Tanto este pueblo como Caicedo Sopeña son dos pequeñas localidades desde las que se puede acceder fácilmente hasta la restaurada ermita de Santa Marina.

La iglesia de San Andrés tiene una pequeña espadaña con dos huecos a modo de ventanales sin campanas.

En el centro del pueblo, podemos ver el conjunto de lavadero-fuente-abrevadero, aunque pasa desapercibido al haberse hundido el tejado del lavadero y al estar rodeado de abundante vegetación.