Localidad
En la batalla de Villarreal, durante la Guerra Civil de 1936, el pueblo sufrió acosos devastadores, se utilizó la iglesia como hospital de sangre y fueron muchos los cadáveres esparcidos alrededor. Tan es así que, en el año 2013, aparecieron varios milicianos fallecidos y se trasladaron al cementerio junto a una placa conmemorativa.
El templo se reconstruyó en el año 1948, quedando apenas algunos restos de sepulcros medievales en los muros, algún ventanal, algunas claves de la bóveda y la portada. El retablo mayor es moderno, de madera y sin dorar.
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