Se cree que ya en el siglo IX existía un poblado, llamado Gueba, en ese lugar, del que eran originarios los Condes de Oñate. 

Es famoso su castillo, del siglo XV, como fortaleza y defensa. Sólo quedan las ruinas de su torreón porque se destruyó en el siglo XIX, al finalizar la Guerra Carlista, aunque siguieron luchando durante 40 días hasta que fueron informados de que la guerra había terminado.

El Palacio se construyó en el siglo XIV y fue residencia de los Guevara, Condes de Oñate. Fue quemado en 1839, al finalizar la primera Guerra Carlista.

También quemaron el retablo de la iglesia de la Asunción, en 1838, aunque se pudieron salvar las imágenes de San Antonio y San Francisco que, junto al Cristo crucificado, se pueden ver en el retablo actual. La imagen de la titular es obra de los santeros de Payueta.