Destacaremos la ermita de Jugatxi, situada en medio de un bosque de árboles centenarios, de gran grosor pero de poca altura, que indican, según una leyenda, la manera que tuvo el pueblo de responder al rey cuando dio una orden de talarlos para construir barcos, aunque hay otra documentación que nos habla de que ese era el modo de poda antiguo, cortando las ramas para hacer leña.

Es una ermita a la que tienen mucha devoción todos los del Valle y que compite con la Virgen de Oro.

La iglesiaparroquial está dedicada a San Martín.