Localidad
Es un pueblo con fama de profunda religiosidad. Ya en el año 1088, había un monasterio dedicado a los santos Justo y Pastor. A finales del siglo XII, construyeron un templo en honor a Santa María, que ahora está en ruinas. Como se quedó pequeño, en 1788 inauguraban otro. Y asistían también a las ermitas de San Sebastián y a la de San Martín. Habían desaparecido otras tres.
La nueva iglesia de San Juan Bautista es del siglo XVII.
Muy cerca, se encuentra la ermita de San Martín, con un curioso sepulcro de piedra, perteneciente a un monje.
Hay una leyenda muy curiosa que nos habla de que llegó una princesa al pueblo y por esa época había una ley que prohibía coger leña del monte. Debido a ello, nadie se atrevió a acogerla porque no podían ir a por leña para calentarla. En ese momento, unas doncellas subieron al monte, desafiando la ley. La princesa, agradecida, puso el nombre de El monte de las doncellas a aquel lugar.