Localidad
Como muchas de las localidades de esta zona, perteneció a Navarra hasta avanzada la Edad Media.
Destaca su Iglesia parroquial, dedicada a una advocación un tanto rara en Álava, San Acisclo y Santa Victoria, del siglo XVI.
También merece destacar la ermita de la Virgen del Campo, con sus tres retablos y la imagen de la Andramari.
Paseando por sus calles, podemos admirar el Palacio de la Marquesa de Armendáriz, que alberga las oficinas del Ayuntamiento o el de los Ardanaz-Laguardia, convertido en hotel, al margen de la casa natal del compositor Sebastián Iradier, donde una placa nos recuerda su nacimiento.
Nos asombraremos al ver el conjunto de fuente-lavadero-abrevadero, así como la famosa picota o rollo de justicia. Conserva el más antiguo trujal de aceite de toda la Rioja.