Este pueblo perteneció a los Duques de Híjar, después de haber pertenecido antes a los Sarmiento, Condes de Salinas, que tuvieron aquí un palacio fuerte que podemos ver en el centro del pueblo y que, a pesar de su aspecto austero, mantiene todavía los blasones de la Casa.

Ese escudo es el mismo que el que se puede ver en una de las claves de la bóveda de la iglesia de San Esteban.

En las afueras del pueblo, en el camino a Baroja, encontramos tres cuevas artificiales, denominadas El Campanario, Peña Hueca y El Horno, donde se aprecian algunas sepulturas en la roca y algunas pinturas.

Tras un grato paseo por el Barranco de la Mina, llegaremos a las antiguas minas Diana de Asfalto.