Este es un pueblo que ha mantenido el número de habitantes casi constante a lo largo de los años. Durante casi cuatrocientos años, era un pequeño núcleo con apenas diez vecinos, que experimentó un gran aumento a finales del siglo XIX.

En la fachada de una de las casas del pueblo, se ven algunos detalles curiosos en piedra, como una especie de hornacina pequeña y un rosetón sin grabar. La iglesia de la Asunción tiene una curiosa portada que termina en un frontón triangular, con unos grabados en forma de zigzag. Se pueden ver algunos restos románicos del primitivo templo, incrustados en sus muros. La torre es muy esbelta y destaca por su altura.