Pueblo cuyo patrimonio se lo da la iglesia parroquial de San Julián y Santa Basilisa, la ermita de Nuestra Señora de Bioti, cuya imagen se conserva en la parroquia, aunque muy deteriorada, y la ermita desaparecida, dedicada a San Fructuoso, donde han aparecido unos sarcófagos antropomórficos.

Además, hay que mencionar otros dos templos ya desaparecidos y que tuvieron gran influencia en el Valle: El convento de San Quílez, cuya imagen se conserva también en la parroquia y el antiguo monasterio de San Julián, del que hay documentación que habla de él ya en el siglo VI.