Localidad
La antigüedad de este pequeño pueblo la demuestra un ara sepulcral, hoy empotrada en la pared de una casa con una inscripción, que Federico Baraibar tradujo del latín como Marco Pocus, ciudadano romano de 75 años Aquí está sepultado.
La iglesia de San Esteban se encuentra al sur del pueblo, junto al camino que lleva al cementerio. La advocación primitiva del templo era la de Santa María en el siglo XVI, añadiendo la espadaña y el pórtico en el siglo XVIII. La pila bautismal se encontraba en un recinto hoy cerrado y está bajo el coro.