Es un pueblo que goza de estar situado en una situación estratégica y privilegiada. No en vano, se encuentra en el cruce de la ruta romana de Burdeos a Astorga y la que llevaba a los arrieros desde Lapuebla de Arganzón hacia Navarra.

Paseando por el pueblo, podemos ver el rollo o picota, barroca, de forma octogonal y rematada por una cruz de hierro. O el lavadero del año 1870, la esbelta casona, cuyo escudo de la fachada conserva sólo la mitad de la piedra y que nos señala que era propiedad de Esteban López o la casa de arquitectura popular adosada a la iglesia, donde la cantidad de herraduras que hay sobre la puerta nos indican que se trata del herradero del pueblo.

La iglesia de San Andrés tiene una nave de dos tramos con bóvedas adornadas por bellas e interesantes claves. La pila bautismal constituye un bello ejemplo de estilo gótico.