Localidad que cambió varias veces de dueño. En 1506, Diego López Vallejo se lo vendió a Hurtado Díaz de Mendoza. Alrededor del año 1600, Juan de Salvatierra se lo compró a un descendiente de los Mendoza. Y a principios del siglo XIX, era señorío de los Condes del Vado.

Varios han sido los hijos ilustres que han salido de aquí: los militares Juan García de Andoin, Juan López de Eguileta o Sebastián López de Erenchun y el religioso Agustín Martínez de Ilarduya son algunos de los ejemplos.

La iglesia de San Andrés tiene un pórtico del siglo XIII y una portada con tres arcos y columnas con bellos capiteles. Tiene un coro con el frontis labrado, muy interesante, del siglo XVI. En el Museo de Arte Sacro está depositado el conjunto de cinco tallas góticas de un Calvario procedente de esta parroquia.