Es una localidad poblada desde la época del Eneolítico y del Bronce. Suponía un cruce importante, donde se juntaban la ruta romana de Astorga a Burdeos y la ruta de la sal, desde Salinas de Añana hasta Puentelarrá, en la parte alavesa. Existió una importante judería, documentada desde 1474.

Este pueblo está formado por dos barrios: el de Abajo y el de Arriba. En el barrio de Arriba podemos contemplar un conjunto de fuente-lavadero-abrevadero, modelo de servicio urbano, desde mediados del siglo XIX y la famosa casa del antiguo mesón en el camino de arrieros que atravesaba el pueblo y que todavía hoy cumple con su misión.

Sin embargo, de lo que más presume la localidad es de sus dos torres medievales. La del Conde Orgaz, restaurada con un sistema educativo digno de mención, conserva los escudos de los Hurtado de Mendoza y de los Guzmán y Toledo. También conserva ventanales y una puerta que sería la del acceso a través de su puente levadizo. La otra Torre, algo más sencilla, debe su nombre a que el escudo que se muestra en su muro pertenece a sus fundadores, los Solorzanos y luego a sus parientes, los Velascos, Condestables de Castilla.

También tiene cada barrio su propia iglesia. En el barrio de Arriba está la iglesia de Ntra. Sra. del Pilar de la que poco se puede decir. En el barrio de Abajo, la iglesia de San Nicolás tiene una sencilla espadaña y portada románica.