Lo que hoy en día vemos como un solo pueblo, antiguamente lo formaban dos núcleos, llamados Prango de Yuso y de Suso, pero que ya aparecen con el nombre de Franco en la Carta de Jerónimo de Aznar del año 1257. Se unieron a finales de la Edad Media.

Se trata de un pueblo importante en el Condado. No en vano, en sus pórticos de la Iglesia de San Esteban, tenían lugar las reuniones y fiestas de proclamación de la Junta de los Caballeros Hijosdalgo de la zona, alternándolas con la ermita de San Roque de esta localidad.

La iglesia de San Esteban es una amplia construcción con cuatro arcos de entrada al pórtico. Un pórtico que no deja ver en su totalidad la maravillosa portada con sus arquivoltas decoradas. Y unos curiosos bajorrelieves, donde Alfonso VIII de Castilla le mete el dedo al ojo a Sancho VII El Fuerte, de Navarra, acaso representando la batalla que celebraban el día de San Juan. Por eso está el escudo de Castilla y León en otro relieve.

El hecho de que pase el río Ayuda por medio, favorece el hecho de contar con uno de los molinos más importantes del Condado, ya en desuso. También cuenta con un conjunto de fuente y lavadero muy curioso.