Villa que conserva su aspecto de fortaleza, defendida en el pasado por el histórico castillo de Portiella de Corres, del que quedan algunos restos. El hecho de ser un lugar estratégico en la frontera entre Castilla y Navarra, motivó que Alfonso X le otorgase el fuero en 1256, a la vez que lo hacía con otras dos localidades importantes como Santa Cruz de Campezo y Salvatierra.

Hay que destacar la existencia de un ejemplar de la Summa contra Gentiles de Santo Tomás, editada en 1552.

Sus calles conservan el típico esquema del carácter medieval de una villa, con curiosos pasadizos. Forma una bella estampa junto al valle Latiaza, pudiéndose ver al otro lado la ermita de la Virgen de la Peña. Desde la Iglesia de San Esteban, se puede acceder  a la presa, lugar de indudable belleza, en un paisaje que el Izki embalsado llena de remansos espectaculares, con las peñas del monte La Muela, dominando el valle e invitando a hacer una excursión. Podemos visitar la casa del Parque, una nueva oficina de Turismo, donde encontraremos detallada información turística del Parque de Izki.