Localidad
A la entrada se encuentra una gran fuente de piedra de planta cuadrada, con una gran bola en el remate.
Su templo, dedicado a San Juan Evangelista, es de una curiosa forma circular, diseñado por Martín Saracíbar, en el año 1830. Es uno de los pocos templos alaveses neoclásicos, en el que no quedan restos del edificio anterior.