En realidad, se trata de dos pueblos en un único Concejo. Larrínzar es de propiedad particular y está en situación casi de abandono.

Allí estaba la que se considera una de las más antiguas Casa-Torres de la provincia, cuyos señores tuvieron gran protagonismo en la Cofradía de Arriaga y más tarde, en las luchas banderizas, al unirse con el linaje de los Lazarraga, señores de confianza de los Guevara.

Los escudos de ambos bandos aparecen en varios lugares de la iglesia de San Juan, donde han aparecido unas bellas pinturas góticas en sus labores de restauración.

El vecino pueblo de Marieta tuvo un importante hospital en una casa que todavía hoy se conoce como la del hospital.

Su iglesia primitiva estaba alejada del pueblo y se edificó en el año 1500. Al derrumbarse en 1727, construyeron otra sobre las ruinas de la ermita de San Andrés, en la ubicación actual. La primitiva iglesia fue patronato de Francisco Pérez de Lazarraga, señor de Larrínzar.