Hay documentación que habla de dos núcleos separados por el río Molino que atraviesa el pueblo. Estos dos núcleos se conocían como Marquina de Yuso y Marquina de Suso.

Existen varias casas blasonadas: la de los Samaniego del siglo XVII, el antiguo ayuntamiento del siglo XVIII o las de las los Álava-Eskíbel del siglo XVIII y la de los Gauna de principios del siglo XIX.

Varias son las cuevas que dan fe de la antigüedad de la aldea, con pinturas interesantes, sobre todo en la cueva de Santa Leocadia.

Hay una curiosa casa, conocida como la casa de la Virgen del Pilar, con unas inscripciones en latín, del año 1723.

La Parroquia de Santa Eulalia está cerrada desde 1971, año en el que se cayó parte de la Peña encima

En el pueblo, lo que hoy es una puerta de acceso a una huerta, era un humilladero con las imágenes del Crucificado, la Virgen y San Juan, junto a una inscripción. En la carretera hacia Arlucea, es de destacar la ermita de San Juan, considerada una de las mejores ermitas románicas de la provincia. Fue restaurada en el año 1978.

Y muy cerca de la ermita, se encuentra la cueva de Santa Leocadia, donde se localizó lo que denominaron una representación de la diosa céltica Epona y los restos de la fortaleza en la Peña del Castillo, con varios sepulcros. También hay que mencionar la ermita de Nuestra Señora de Beolarra.