Localidad muy importante desde los siglos IX y X. El nombre primitivo de Nanclares, Langrares, nos indica que puede definirse como bandera, siendo ciudad fronteriza entre las cuencas del Zadorra y la del Bayas.

Hay documentos que sitúan a Hernán Hurtado de Mendoza como fundador de la Villa.

Hay tres pequeñas torres en las afueras de la ciudad, recientemente restauradas, construidas por el ejército isabelino, que tuvieron una misión de vigilancia y control en las guerras carlistas: Vayagüen, Almoreta y El Encinal.

Es de destacar El Calero como una edificación singular de una torre de calcinación del siglo XIX.

La iglesia de la Asunción es un edificio románico, a pesar de que el pórtico y la portada son del siglo XIX. Destaca un ventanal románico, con tres arquivoltas, en el ábside.

No podemos marcharnos sin visitar su fuente de los doce caños, construida en 1901, única en Álava y con la competencia de otras dos en la Península, una en Huelva y otra en Guadalajara. Tampoco hay que dejar de ver, aunque habría que verla después de días de agua, la Torca que atraviesa el pueblo. Y despedirnos del monumento a Celedón, donde aparecen sólo sus elementos identificativos.