Pueblo de tradición alfarera.

Plácido Luzuriaga, hijo del pueblo que vivió en el siglo XVI, fue abad del Monasterio de La Herrera de Miranda de Ebro, llegando a alcanzar fama de santo.

En 1900, el gran pintor Antonio Ortiz Echagüe dejó plasmada una vista del pueblo en el cuadro “La Misa de Narvaja”.

En una zona alta del pueblo, se encuentra un edificio palaciego rural, construido en el siglo XVII, perteneciente a la familia de los Lecea, que conserva sus escudos en la fachada. De la misma familia, podemos ver otra casa junto a la carretera, con los mismos escudos armeros. Y cerca de la iglesia, destaca otra casa, construida en 1863, con aire burgués.

La parroquia de San Esteban es del siglo XVI y su portada tiene dos puertas. La bóveda del presbiterio conserva sus pinturas barrocas. En un lateral, se ve la capilla que fundó Martín de Luzuriaga y que, a mediados del siglo XIX, seguía bajo el patronazgo de esa familia.

Se encuentra cerca el antiguo Monasterio de Barría, fundado por la familia de los Mendoza, en el siglo XIII. Se conserva el claustro y el cementerio de abadesas. También se conserva la Iglesia de San Bernardo.