Localidad
En el barrio de Echábarri existía en el siglo XVIII una Torre que, en el año 1730, pertenecía a Tomás de Murga. En el barrio de Ibaizábal, había una venta y un molino, pertenecientes desde 1378 al monasterio de Quejana, por donación de Fernán Pérez de Ayala a las monjas dominicas.
La iglesia se llamó de San Miguel de Opéllora, hoy es un pequeño recinto en el que han desaparecido sus imágenes, a excepción de una de San Antonio Abad