Uno de los valores de su iglesia de San Vicente reside en los canecillos del ábside, donde podemos observar un león, cabezas de animales, un busto humano, una dama con barbuquejo, un hombre joven y otros más que hacen las delicias del que los contempla. Aunque lo más bello del ábside es la parte central central en sus tres cuerpos.

En su interior, se encontró el único guardamecil (pieza de cuero policromada) del País Vasco, que está en el Museo de Arte Sacro de Vitoria-Gasteiz.

Paseando entre las casa del pueblo, podemos observar el solar donde se levantó la Casa-Torre de los Hurtado de Mendoza, de la que no queda nada.

Sí que queda una casa de labranza, con aspecto de Torre del siglo XV, frente al lavadero, cuyos orígenes se desconocen, pero que conserva restos de un torreón en una de sus esquinas. Muy cerca del pueblo, se encuentra la ermita de la patrona de Los Huetos, Nuestra Señora de Ubarriaran.