La Villa de Treviño recibió el fuero por el rey navarro Sancho VI el Sabio, en 1161, aunque en 1200 pasó a Castilla tras la victoria del rey Alfonso VIII.

En el siglo XVI, los Condes de Treviño construyeron el Palacio que podemos observar en el centro de la Villa, en lo que hoy es el ayuntamiento y que no hay que confundir con otra casona que se encuentra muy cerca y que ostenta dos escudos junto a una imagen de Santa Bárbara en la fachada.

Se sabe de la existencia de una judería poderosa. La importancia de este pueblo se ve en la existencia de hasta cinco iglesias, que se fueron agrupando hasta quedar las dos actuales de San Pedro y de San Juan. La iglesia de San Pedro muestra una bella portada del siglo XIII, con un arco apuntado que se apoya en doce columnas, con arquivoltas decoradas con figuras muy diversas, entre las que se pueden ver varios signos del Zodiaco.