El caserío de este pueblo se distribuye en dos núcleos muy próximos uno del otro. Uno de ellos está formado por una casa de labranza y la iglesia. En el otro, están las pocas casas que queda. Entre ambos, podemos ver una fuente medieval.

La iglesia, dedicada a las santas Justa y Rufina, es una construcción rural de aspecto popular, que se encuentra en estado ruinoso. Su origen medieval está atestiguado por un ventanal románico existente en el muro sur. El arruinado pórtico quedaba sustentado por dos columnas que apenas se mantienen en pie. La portada consta de un arco de medio punto, donde podemos ver una cruz con un aspa y unas llaves labradas, encima del arco. El retablo es barroco.