Localidad
“Si el invierno fuera verano, no habría pueblo como Arriano”, decía la Vieja de Arriano, personaje real o ficticio a la que atribuyen cantidad de dichos y leyendas de la zona.
De aquí salió, en el año 1539, Pedro de Urbina, para acompañar a Pascual de Andagoya en su aventura sudamericana.
La iglesia de San Román era tan pobre que hasta 1785 tenía el suelo de tierra. Quedan visibles dos ventanales románicos del siglo XIII bastante interesantes. Es de destacar una Andramari tardo-gótica y una muy buena pila bautismal del siglo XIII, con varias figuras labradas.
Existen cuatro puentes interesantes en el pueblo.