En el voto de San Millán, aportaban un cordero de dos años, “añosco”, junto a los pueblos de Albéniz, Amézaga, Eguílaz y Urabain.

Su existencia en la calzada romana de Astorga se evidencia con las numerosas lápidas romanas en los muros de su Iglesia, dedicada a San Román, conocido en el pueblo como “Turruma”.

En la parte más alta del pueblo, se puede ver la Casa de los Ordoñana, aunque está muy reformada, muy cerca del precioso conjunto de lavadero y fuente de San Cristóbal. Cerca de la plaza, podemos ver un pequeño muro con un gran arco apuntado y un bello escudo de los Ordoñana, como pone en su leyenda.

En el pórtico de la iglesia hubo un altar llamado del Santo Cristo y un cementerio en el siglo XVIII. Es digna de visitar para contemplar su maravillosa pila bautismal labrada, del siglo XIII, ricamente decorada. Es curioso el campanario, adosado a la iglesia pero de una altura menor. Las imágenes del retablo mayor pertenecen a diferentes épocas, siglo XV, XVII y XVIII.